Contemos un cuento.

Off: Bien, aqui empiezo otro Roll con mi querida nueva Personaje llamada Zora.
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On:

Me quede mirando desde aquella colina. Todo era tan grande en comparación a mi... Tenía miedo y se notaba en que mis pequeñas y cortas piernas estaban temblando. Me abrace a mi suave colita y avance ocultándome tras de ella con timidez.

Off: Entro con pablo
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On:
Viajaba por un bosque (en la montaña) en busca de algunos ingredientes que necesitaba para la escuela, oí un ruido entre los matorrales, los aparté y vi a una niña con un parentesco a un lobo y le dije.
Pablo: ¿Te has perdido?

-Yo no tengo Casa... viajo yo sola...- Respondí de nuevo sin dejar de abrazar mi cola.

La miré con cara amable y le dije.
Pablo: Bueno, pues ven conmigo a un lugar seguro, tranquila, no te pasará nada malo mientras estés junto a mi.
Le extendí mi mano para que la cogiera para así llevarla a un lugar seguro.

Tímidamente alargue la mía soltando mi cola y sonriendo un poco.
-Esta bien... No creo que seas mala persona- Hable tímida.

Ladee la cabeza, sin entender del todo.
-¿Vivirás conmigo?- Pregunte ingenua- ¿Como una familia?- Luego suspire triste y negué- Pero si vives conmigo te podría acabar haciendo daño...- luego comencé a llorar en silencio.

Pablo: Tranquila, yo puedo protegerme, no me harás daño, y yo tampoco a ti, bueno, continuemos.
Seguí andando, ya se podía divisar esa mansión abandonada, no lo debía estar por mucho tiempo porque a su alrededor había un bonito campo con muchas flores y la mansión no parecía encantada ni nada por el estilo.

Le segui con la cabeza gacha aun. Tampoco me parecia mala la idea de tener una familia, o al menos no estar sola, pero realmente ¿Y si llegaba a hacerle daño sin darme cuenta? Suspire para mi interior.
Mire la Casa, en cierto modo aunque estuviera abandonada parecía acogedora y sus alrededores eran un gran lugar donde poder jugar.
-Y... ¿Viviremos aquí?- Pregunte en voz baja.

Pablo: Sí, unos pocos arreglos a la casa y quedará como nueva.
La puerta estaba abierta por lo que pasamos.
Pablo: Esta cerradura parece estropeada, sería mejor arreglarla.
Con un poco de magia aparecieron unos polvos en la cerradura y una llave se creó y se multiplicó en 2.
color=gold]Pablo: Toma, por si necesitas salir o entrar.[/color]

Mire la llave y la cogí con cuidado que no se me cayera, luego la mire atentamente puesta sobre las mangas de la camisa que era un tanto bastante grande para mi.
-Esta bien... gracias por todo- susurre poniendo un tono un tanto dulce.

La luna empezaba a aparecer, hoy creo que no era luna llena pero por si acaso me eché un hechizo.
Pablo: Cuando Zora no se pueda controlar y me venga a atacar, al acercarse a mi dormida se quedará.

Bostece, luego lo mire y sonreí.
-No te preocupes, la luna llena no sera hasta dentro de tres días... después de tanto tiempo pasando esto yendo controlados los ciclos lunares- Luego me estirace y me frote un ojo con unas de las mangas- yo... tengo sueño- susurre cansada.

Pablo: Bueno, te acompañaré a tu dormitorio.
La guié hacia la habitación más cercana, al lado estaría la mía claro, arreglé su cuarto con algunos hechizos para que pareciera el cuarto de una princesa y le dije.
Pablo: Bueno, este es tu cuarto, que duermas bien.

Pablo: Si no te gusta la decoración de tu cuarto, avísame.
Después de decir eso me fui a mi cuarto y me tumbé en la cama agotado, después me dormí enseguida.

Me quede despierta, mirando por la ventana, acostada, echa una bola y abrazada a mi cola. Estaba cansada pero no podía conciliar el sueño. Era extraño sentirse en un lugar que no era el bosque.
Suspire y acaricie mi cola intentando quedarme dormida. Pero algo me hizo abrir de nuevo los ojos, un pequeño sonido de roedor me sobresalto. Frente a mi, un pequeño ratón me olisqueaba y me miraba con curiosidad. No me moví solo lo observe también un tanto curiosa.
-Hola pequeño... ¿Tienes nombre?- Pregunté.
El ratoncito, como si entendiera asintió.
-Valla, ¿y como te llamas?- Era agradable aquel roedor.

De repente oí un ruido, me levanté de la cama y miré en la habitación de Zora, vi que estaba despierta.
Pablo: ¿Qué haces todavía despierta, no puedes dormir?

Deje de prestar atención a aquel roedor que salio corriendo asustado, yo ladee la cabeza y mire a aquel chico. Me senté en la cama y asentí.
-Si... no puedo dormir, perdón si te desperté, no era mi intención- Susurre arrepentida.

Lo mire, sonreí y luego mire hacia mis pies.
-¿Po-podrias contarme un... un cuento?- Luego lo mire atentamente.

Bostece y luego me acurruque.
-Gracias...- Después de aquello cerré los ojos tranquilamente.

Pablo: Bueno, ahora toca dormir
Me quedé despierto toda la noche gracias a un hechizo que me daba energías por si acaso pasaba algo, después fui a la habitación de Zora y vi que estaba durmiendo por lo que esperé a que se despertara en una silla del cuarto.

Desperté en aquella cama, suspire y me senté. Luego bostece y después peiné con mis manos mis orejas y cola.
Luego me percate de la presencia del chico, lo mire haciendo que mis orejas se agacharan y luego sonó mi estomago.
-Tengo... hambre- Susurre tímida.

Me quede pensativa, mire hacia el bosque.
-Bueno... yo se que puede que este mal... pero mi instinto lobo me obliga... cuando despierto o cuando como siempre suelo cazar algún animalito pequeño o a veces simplemente tomo setas del bosque- Conteste mirándole.

Sonreí un poco y luego le mire.
-Bueno, sorprenderme ¿que desayunan ustedes normalmente?- espere después a que respondiera.

De la nada apareció una bandeja plateada con un plato encima que contenía dos huevos y beicon.
Pablo: Hay gente que come esto, si quieres probar...

Ladee la cabeza, los mire y olisquee lentamente, dirigi mi mirada al beicon.
-El beicon huele delicioso... creo que prefería solo un plato de beicon- Respondí con una sonrisa.

Pablo: Como quieras.
De repente los huevos desaparecieron y el plato se llenó de beicon

Pablo: Cuando tengas más hambre avísame, ahora voy a descansar, usar magia tan seguido no es bueno.
Me fuí a descansar a mi cama tumbado en ella mirando al cielo pensando en lo que podría pasar el día que fuera luna llena.

Me levanté de la cama, había oído arañazos en la habitación de Zora por lo que miré a ver, vi la habitación todo arañada y después miré por la ventana y la vi jugando.
Pablo: Zora, te dije que si no te gustaba como era tu cuarto, que me lo dijeras, no que te lo cargaras.

Sentí que alguien hablaba de mi, me gire y vi en una de las ventanas a aquel chico. Ladee la cabeza y pense que ya habría descubierto el desastre que había dejado en el cuarto. Pero ahora estaba a mi gusto. Me gustaba mas asi.
Corrí tras otra ardilla, dándole caza con mis manos y mirándola. Esta me miro asustada. Solo le sonreí y luego la acaricie con cariño. Esta me miro sin entender y acto seguido se dejo acariciar.
-Un placer conocerte ardillita...- Tras eso esta sonrió y salto de mis manos al ser llamada por otras ardillas mas. Las vi regañar a la ardilla por acercarse a mi. Yo agache la cabeza, estas se fueron y me quede sola mirando mis pies.
A veces hasta los animales eran tan crueles. De pronto sentí las lagrimas y no soporte echarme a llorar.

Miraba a Zora jugando con las ardillas pero de repente un ruido me distrajo, provenía del bosque por lo que decidí ir a ver que era.
Pablo: Zora, voy a un sitio, ahora vuelvo.
Me dirigí al bosque, el ruido aumentaba, no parecía normal, una manada de lobos de fuego acechaban en el bosque, les fui a atacar pero fueron más rápidos y me tiraron al suelo herido, lancé un conjuro para alejarlos.

OFF: entro  con mi 1º personaje Martin Magius

ON : me encontraba paseando tranquilamente por el bosque cuando de repente vi como una manada de lobos atacaba a un hombre el cual hizo seguramente para alejarlos pero no funciono pues los lobos seguían hay rápidamente corrí a salvarlo me puse delante de el y formule el hechizo para asustar a los lobos pronunciando el siguiente conjuro:

Para a ese chico salvar a esos esos lobos se an de asustar 

el hechizo hizo invocar algo horrible para los lobos que estaban atacando a aquel chico tan solo era una ilusión pero para los lobos era muy real dicha alucinación les dio tanto miedo que salieron despavoridos

me acerque a ese chico y le dije madremia estas fatal tienes quemaduras por todo el cuerpo pero no te preocupes pronto estarás mejor me quite mi mochila y busque dentro de ella aquí esta saque mi botella de lagrimas de fénix con esto te sentirás mejor utilice las lagrimas de fénix sobre las quemaduras y estas se curaron

tras curarlo le dije ¿estas bien?

Pablo: Si estaba aquí con... ¡Zora! Puede que la hayan atacado los lobos, tengo que ir a ver si está bien, ¿me puedes acompañar por si acaso?
Me dirigí hacia donde se supone que estaba Zora.

Deje de llorar cuando mis orejas escucharon ruidos no muy lejos, en el bosque. Me levante curiosa y seque las lagrimas con las mangas. Comencé a andar hacia donde provenían los ruidos y vi a aquel chico luchando o eso parecía con unos lobos echos de fuego. Me escondí tras un árbol. Estaba un tanto asustada. No me moví, solo me quede alli sin hacer nada mas. Estaba demasiado asustada y no quería que esos lobos me vieran. Pero aun así estaba observando, mi curiosidad era algo que muchas veces me metía en líos.
De pronto llego otro hombre, este dijo unas palabras uy de pronto, algo horrible apareció. Sentí como el cuerpo me temblaba y retrocedí muy asustada. Solo se me ocurrio hacer algo.
-¡Aaaaaaaah!- Grite fuerte y tras eso salí corriendo temblando y llorando.

Pablo: Zora no llores, ¿que te pasa?
Me acerqué a ella abrazándola para que se calmara.